domingo, 29 de julio de 2012

El nadador que nunca había visto una piscina


Aquel día de agosto de 2000, invierno en el cono sur, los presentes en la Piscina Olímpica del Norte de Sydney ovacionaron a un perdedor. Un representante de Guinea Ecuatorial logró eclipsar en aquellos Juegos Olímpicos al mismísimo Ian Thorpe, que se disponía a ganar tres oros y a firmar un nuevo récord del mundo en la cita australiana. Su nombre: Eric Moussambani.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Wembley, segunda parte


La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada
Lucio Anneo Séneca (2 A.C.- 65 D.C.) Filósofo latino

Donde comenzó la leyenda. Allí intentará el Barcelona conseguir su cuarta Champions, la que cierre el círculo de los veinte años más exitosos de su historia. En Wembley, donde se empezó a gestar el estilo de fútbol que domina ahora en Can Barça. 19 años después, Guardiola volverá a pisar otra vez el césped que le hizo campeón de Europa por primera vez. El mejor equipo del mundo vuelve a por su corona.

Y todo ello después de empatar a uno el último Barça-Madrid, por lo menos, hasta agosto. Cuatro Clásicos después, los resultados parecen arrojar también un empate; sin embargo, una lectura mucho más pausada apunta a un ganador claro. Dos empates, uno a simple vista irrelevante por ser el primero de todos, pero que hizo que el Madrid se despidiese de la Liga; el otro, el que acredita el pase a la final de Wembley de los azulgranas. Una victoria madridista, el de la Copa del Rey, que cayó del lado blanco en el minuto 102. Y una victoria culé, la del Bernabéu, determinante para romper el sueño de la Décima y acercar el de la Cuarta.

jueves, 28 de abril de 2011

Ya lo decía Alberto


En el medio de la batalla, una batalla sucia como pocas, el de siempre: Messi, dos veces Messi. Poco se puede rescatar de un partido que prometía mucho pero que al final se quedó en lo que se quedan siempre todas las cosas en las que anda metido José Mourinho: en polémica. Se echó de menos al fútbol. “Cada día sabemos más y entendemos menos”, decía Alberto.

Todo comenzó como siempre que se enfrentan los dos mejores técnicos del mundo; Guardiola apostó por la pelota, Mourinho por especular. Hasta ahí todo lícito. Los ánimos encendidos en las ruedas de prensa no hicieron más que contribuir a que el partido fuese malo con ganas, pero sobre todo, vergonzoso. Lo que ayer se vio sobre el terreno de juego -y camino del túnel de vestuarios, en la rueda de prensa…- es más propio de bandas citándose para pegarse en un callejón que de profesionales del fútbol. Una primera parte sin historia se convirtió en una escaramuza con Pinto expulsado por agresión en medio de una marabunta de empujones e insultos.

miércoles, 27 de abril de 2011

‘Central lechera’ versus ‘Llet nostra’

Guardiola retó: “José, a las 20.45 horas nos vemos en el campo”. Minutos antes, Mourinho se horrorizó de que Pep criticase “el acierto de un árbitro”. El partido ya había comenzado; en realidad, el partido lleva jugándose desde antes del sábado 16, día del primer Clásico de 2011. Ha llegado el tercer round.

Este miércoles se enfrentan dos estilos, pero también dos estados físicos muy desigualados. La plantilla del Barça, corta y con bajas de vital importancia como Iniesta, Abidal, Adriano, Maxwell y Bojan, está asfixiada a estas alturas de temporada. La del Madrid, en cambio, ha ido de menos a más y ahora se encuentra en un momento de forma envidiable. Mourinho sólo tendrá que lidiar con la importante ausencia de Carvalho en el centro de la zaga y con la de Khedira, su destructor de juego.

martes, 26 de abril de 2011

Zidane, el último mago

“Después de esta temporada dejo el fútbol. Es definitivo. Siempre fui un competidor, un ganador, y últimamente no lo estoy siendo”. 26 de abril de 2006. Miércoles. En la sala de prensa de la Ciudad Deportiva de Valdebebas se producía una de las ovaciones más sinceras que se recuerdan. Sólo un día antes, Zinedine Zidane anunciaba ante las cámaras de Canal + Francia su retirada de los terrenos de juego, que se produciría tras el Mundial de Alemania.

“Llevamos tres años sin ganar nada, un tiempo sin estar a gusto, sin encontrarme en lo mejor. No es lo que quiere nadie, ni yo ni el club. Ya no tengo 25 años y cada vez se hace más difícil seguir adelante. Aparecen molestias que antes no tenía... No quiero estar por estar”. Zizou, tímido como siempre, habló sereno ante la multitud de medios que se agolpaban para escucharle.

Estaba a punto de cumplir 34 años. Habían pasado diecisiete años desde su debut en la Primera División francesa con el Cannes, en un partido ante el Nantes, aunque no fue hasta dos años después cuando pudo celebrar su primer gol, precisamente ante el mismo rival. Aquel tanto y aquel primer baile de celebración fueron para Veronique, la que más tarde se convertiría en su mujer.

martes, 1 de marzo de 2011

El ángel de las piernas torcidas



“Maestro, cuándo es la final?”, le preguntó a Aymore Moreira, seleccionador de Brasil, justo antes de la del Mundial de Chile ‘62. “Hoy”. “Ah, con razón hay tanta gente”. 90 minutos después vencía a Checoslovaquia por 3-1 y se coronaba campeón del mundo por segunda vez. Socarrón y despreocupado, así era Garrincha, ‘a alegría do povo’ –alegría del pueblo-.

Manoel ‘Mané’ Francisco dos Santos es un nombre que no significa nada para los aficionados al fútbol. Fue el apodo que le puso su hermana Rosa, Garrincha –un pájaro tropical torpe pero muy veloz-, el que le hizo ascender a la gloria y le acompañó hasta la miseria de sus días finales.

jueves, 13 de enero de 2011

El rey es argentino


Sí, es humano, y sí, tiene todavía 23 años. El mundo fútbol volvió a rendirse esta semana al mejor jugador del planeta: Lionel Messi. Todos y cada uno de los amantes de este deporte reconocen que el argentino es un elegido, uno de los únicos futbolistas capaz de tener pegados al sillón a simpatizantes y rivales esperando alguna de sus genialidades. Es joven, pero su magia le ha permitido entrar a formar parte del grupo de inolvidables de la historia del fútbol.

El lunes se subió al escenario de Zurich con la tranquilidad de que había hecho méritos más que suficientes para estar ahí; no le obsesionaba el premio, y, de hecho, ya lo hacía en manos de uno de sus compañeros. Cuando Guardiola pronunció su nombre, los presentes en el auditorio, medios y aficionados se quedaron estupefactos. Lo único sorprendente es que esto nos sorprenda.